Venezolana de Inseminación Artificial y Transplante de Embriones, C.A.

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IMPLICACIONES DE LA DETECCIÓN DEL CELO EN VACAS PREÑADAS BAJO INSEMINACIÓN ARTIFICIAL


 

Rumualdo González F. Facultad de Veterinaria, Universidad del Zulia - Viateca Villa del Rosario, Estado Zulia, Venezuela E-mail: rugofer@gmail.com

 

Es de común conocimiento  entre los criadores que las vacas lecheras aún estando preñadas también expresan celo. Este extraño comportamiento reproductivo en el cual algunas vacas preñadas se dejan montar del toro o por sus propias compañeras es también denominado falso celo o celo de la vaca gestante. En las fincas donde las vacas están con el toro, este acontecimiento del falso celo refleja poca importancia y con frecuencia pasa  desapercibido. Llama la atención que en el grupo de vacas no lactantes (secas) donde se supone que todas  deberían  estar preñadas y tranquilas se observa que a veces algunas de ellas son detectadas en celo. Para los ganaderos este tipo de celo generalmente resulta no verdadero particularmente cuando las  vacas   muestran un gran desarrollo abdominal  que generalmente se asocia a una gestación avanzada. Muchas veces  ese  falso celo  es interpretado,  popularmente como un estatus de la gestación que se conoce en el léxico ganadero como la vaca  esta empelando. Curiosamente la mayor incidencia de estos falsos celos tiene lugar durante la   mitad del periodo  gestación, es decir alrededor de los 4-5 meses, etapa de la gestación  que coincide con el desarrollo y crecimiento del pelo del feto.


La incidencia del celo de gestación es variable, habiéndose reportado en ganadería de leche  valores  de 3.8% (Dijkhuizen y van Eerdenburg, 1997), 8.0% (Cuellar et al., 1987) y en ganado de carne  5.7% (Thomas I, Dobson H, 1989). Aun cuando el falso celo ha sido observado en todas las etapas de la gestación la mayor frecuencia ha sido entre 121-240dias. Igualmente dicho celo puede ocurrir en más de una  segunda ocasión (15%) durante el mismo.


período de gestación. A pesar de que la intensidad del celo ha sido comparable con un celo verdadero, su duración es más corta (5.6h) que la de un celo normal (10-12h). Los cambios fisiológicos del tracto genital que normalmente tienen lugar durante un celo verdadero no  son observados en las vacas preñadas que expresan celo. Adicionalmente no ocurre ni  ovulación ni tampoco señales de hemorragia metaestral, signos que tienen lugar en las vacas posteriormente  al celo normal. Las características del mucus cervical de las vacas preñadas en celo resultaron similares  a las de  vacas preñadas no en celo durante el mismo estadio de gestación.


En los programas de inseminación artificial (IA), el reporte  de vacas en celo y que previamente habían sido diagnosticadas preñadas constituyen un caso de mucha atención, ya que algunas vacas pueden haber tenido interrupción  desapercibida de la gestación seguido de la exhibición de  un celo  normal o que realmente otras expresan celo y continúan verdaderamente preñadas.


 Fallas en la detección del celo pueden ocasionar que vacas preñadas puedan erróneamente ser inseminadas. La inseminación  de vacas por encima de los cuatro meses de gestación es posible  que  provoque el aborte. En etapas de preñez más tardía el procedimiento de pasar la pistoleta no más de un centímetro por delante  del cervix y en presencia de un tapón de muco denso, acompañada de adecuada higiene, es posible que  reduzca la lamentable incidencia de perdidas de preñez  a consecuencias de los abortos inducidos.


La medida más importante que se debe tomar cuando se reporta  una vaca  preñada   en celo  es revisar su tarjeta de control reproductivo individual. Eso,  para saber el tiempo de gestación que tiene el animal y luego esperar el diagnostico clínico definitivo  del médico veterinario. De esta forma se tomaría  la decisión más acertada del caso. Nunca  olvidar que por fallas de un mal manejo reproductivo se corre el riesgo de inseminar vacas preñadas estando o no en celo y que lamentablemente terminan por abortar, ocasionando una irreparable  pérdida económica y retraso en el crecimiento del rebaño.

 

 

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